Ajuste en el Reloj del Juicio Final: se encuentra en el punto más cercano al 'apocalipsis'

El Reloj del Juicio Final, también conocido como el Reloj del Apocalipsis, fue actualizado este martes, según anunció el Boletín de Científicos Atómicos.

A 90 segundos de la medianoche

El Reloj del Juicio Final, mantenido por el Boletín de Científicos Atómicos, permanece a 90 segundos de la medianoche, simbolizando el punto más cercano al desastre en la historia del reloj. Los expertos señalan que factores como el conflicto en Ucrania y los crecientes riesgos de proliferación de armas nucleares han contribuido a esta decisión.

"No se equivoquen: restablecer el reloj a 90 segundos para la medianoche no es una indicación de que el mundo esté estable. Todo lo contrario. Es urgente que los Gobiernos y comunidades de todo el mundo actúen. Y el Boletín mantiene la esperanza ( e inspiración ) al ver a las generaciones más jóvenes liderando la carga", destacó Rachel Bronson, directora ejecutiva del organismo.

Cooperación de las grandes potencias

Las palabras de Rachel Bronson, directora ejecutiva del Boletín de Científicos Atómicos, fueron respaldadas por Jerry Brown, otro director ejecutivo, quien comparó la situación actual del mundo con el Titanic, sugiriendo que los líderes están conduciendo al mundo hacia la catástrofe con más bombas nucleares, emisiones de carbono masivas, patógenos peligrosos e inteligencia artificial.

Según opinó, "solo las grandes potencias como China, EE.UU. y Rusia pueden hacernos retroceder. A pesar de los profundos antagonismos, deben cooperar, de lo contrario, estamos condenados", aseguró.

Amenazas

Entre las amenazas que pueden llevar al mundo a un final catastrófico, se destacaron una escalada nuclear como consecuencia del conflicto ucraniano, el cambio climático, las amenazas biológicas y los avances tecnológicos, como la inteligencia artificial, según lo expuesto por el Boletín de Científicos Atómicos.

El proyecto del Reloj del Juicio Final fue creado en 1947 por un grupo de físicos de la Universidad de Chicago (EE.UU.). En la portada de su Boletín de Científicos Atómicos, empezaron a publicar la imagen de un reloj que se convirtió en un indicador de la vulnerabilidad del mundo, reflejando el grado de amenaza de la proliferación nuclear y el calentamiento global. Cuando apareció por primera vez, sus manecillas estaban a siete minutos de la medianoche.